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ISSN 1989-4163

NUMERO 117 - NOVIEMBRE 2020

 

Mujeres que Marcaron los Acontecimientos más Importantes en la Conquista y Reconquista Españolas

Carmelo Arribas

Hay varias mujeres  que envueltas en la Historia y la leyenda fueron fundamentales directa o indirectamente tanto en la Conquista como en la Reconquista de España

La batalla de Guadalete podía haber sido  una más de las múltiples incursiones militares musulmanas, contra algunas ciudades del sur, que eran rechazadas por los habitantes de los pueblos o ciudades o de las que se retiraban ellos al poco tiempo, tras obtener suficiente botín y temerse ataques. Pero en esta ocasión, que propició una ocupación que tardó quince años en hacerse efectiva, se dieron una serie de circunstancias, que hicieron cambiar toda la Historia de España. A la crisis demográfica en la que por causa de las  pestes y el hambre por las sequías, se había perdido mas de un tercio de la población en  poco menos de veinticinco años, y a una guerra civil, latente entre  los partidarios de Witiza y los de D. Rodrigo, se unió otra, sutil aparentemente, pero que se convirtió en definitiva. La venganza de D. Julián por la violación de su hija tal como describe el Romancero.

"Decidió darse un baño sin percatarse de  que D. Rodrigo la contemplaba" No todos están de acuerdo de que tratara de una violación, y los musulmanes le  dieron el mote de "La Cava" , "la prostituta". Incluso algunos consideran que lo que quería era el ser ella la esposa de D. Rodrigo, pero al ser rechazada, dijo que había sido violada.

«Ella dice que hubo fuerza; él, que gusto compartido». Otras versiones indican,, que fue la joven quien sedujo a Don Rodrigo y que éste logró «yacer con ella» bajo promesa de matrimonio, pero no cumplió lo prometido." Una vez más, algunos vuelven a cargar sobre la mujer las desgracias sucedidas, no admitiendo las culpas de D. Rodrigo. Pero los relatos que le llegaron al padre de Florinda, D. Julián gobernador de Ceuta, fueron de un abuso contra su hija que debía de ser reparado. Así es que llegó a  Toledo y se llevó a su hija a Ceuta. Allí se puso en contacto con Muza, para  derrocar a D, Rodrigo. Quizás no estaba en su mente, el que invadiría Hispania, o en cualquier caso que no sería como sucedió. Porque muchos cristianos se habían marchado tras la presión de los musulmanes, pero otros se unieron a ellos por lazos de clientela.

El Romancero sigue en su relato;

"De la pérdida de España
fue aquí funesto principio"

La desaparición de D. Rodrigo como rey provocó los pactos con los nuevos dominadores, por parte de los gobernadores visigodos que se encontraban en los diversos territorios, manteniendo todos los privilegios anteriores, pero ahora bajo el mandato musulmán. En Asturias, uno de ellos sería Pelayo, cuyo origen es desconocido, pero algunos creen que hasta podría haber sido de Toledo, enviado como Gobernador por los anteriores reyes visigodos.
Pese a la presión de los refugiados que habían llegado de diversas partes, tras la toma de sus lugares de origen, entre ellos la ciudad de Mérida, que resistió cerca de tres años el asedio, él mantuvo su estatus. Pero de nuevo a ciertas circunstancias se unió, como detonante, una mujer, su hermana, Adosinda, (Ermesinda, según otros) que dependería de él y a la que habría buscado un matrimonio de conveniencia. El gobernador musulmán Munuza, según la leyenda, se habría enamorado de ella. Los invasores, no habían traído mujeres y esta carencia y el interés de crear lazos con la nobleza, que asentara su poder, produjo matrimonios como el de Egilona, viuda de D. Rodrigo, con el hijo del invasor Muza, Abdelazid.

Pelayo es enviado a Córdoba donde residía el poder musulmán (algunos apuntan a Sevilla), posiblemente para entregar los tributos. Allí descubre cómo los cristianos y los antiguos habitantes son considerados de un  nivel social inferior, incluso él mismo se sentiría humillado. A esto se une la información que le llegaría de que su hermana se había casado con el Gobernador musulmán. Esto provocó su vuelta y el buscar entre otros visigodos apoyo y crear una resistencia. Esta rebelión originaría, finalmente, la derrota en Covadonga de los musulmanes y sus colaboracionistas como el obispo D. Oppas, hermano del rey antecesor a D. Rodrigo, Witiza.

Y tras esta batalla, aparece el nombre de otra mujer, cuya actuación, según la leyenda, fue fundamental para acabar con el poder musulmán en el norte, Gaudiosa, la mujer de D. Pelayo. Las Crónicas sitúan el encuentro de ambos en una transacción de ganado, en la que Gaudiosa (Alegre).¿Nombre o apodo?)vendía caballos.

Sin duda, el origen astur y las relaciones sociales, apuntan a que Gaudiosa, convenció a los asturianos a apoyar a su esposo. Se cree que ante el ataque que se temía, la envió a su lugar de origen para que estuviera más segura. Pero ella preparó un ejército, con las gentes del entorno, por si necesitaba ayuda. Pero al enterarse de su victoria, salió al encuentro de los restos desmoralizados, de aquel ejército vencido, acabando con ellos en un lugar cerca de Espinama, conocido como Campos de la Reina, en recuerdo de aquella mujer.

Ambos se mandarían enterrar en la Iglesia de Santa Eulalia de Abamia,  ( también llamada  Velanio) según nos dice la Crónica de Alfonso III (siglo IX/X):«Pelagius...decessit et sepultus cum uxore sua Gaudiosa Regina territorio Cangas in Ecclesia Sanctae Eulaliae de Velanio fuit.» (Pelayo...murió y fue enterrado con su esposa Gaudiosa Reina en el territorio de Cangas en la Iglesia de Santa Eulalia de Velanio.)

Los restos, de ambos, serían posteriormente trasladados, por Alfonso X a "la santa cueva de Covadonga" donde siguen juntamente con los de su hermana Ermesinda (Adosinda).

Pero en la entrada de la iglesia, aún perdura la imagen de un personaje cociéndose en una caldera, como si se tratara del infierno, es el obispo D. Oppas, hermano de Witiza que apoyó a los musulmanes, e incluso pretendió que dejara la lucha, ofreciéndole contrapartidas personales.

"Por qué no os apartais de ese propósito y en tanto que hay esperanza de perdon y de clemencia dexadas luego las armas y rendidas no trocais las afrentas ultrages servidumbre y muerte que será el pago muy cierto desta locura si la llevais adelante con las honras y premios que os puedo prometer muy grandes y seguís el juicio y exemplo de toda España mas aina que el ímpetu desenfrenado de Vuestro corazon y el desatino comenzado".

Mujeres envueltas en leyendas, pero a las que siempre en la Historia se les niega un papel que fue fundamental en la precipitación de acontecimientos, que marcaron nuestra Historia.

 

 


 

 

Carmelo

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Carmelo

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